exoticca_logo

Llámanos gratuitamente

Habla gratis con un experto:

+52 55 4162 9159

¿O prefieres que te demos un toque? Deja aquí tu número

Phone

De lunes a viernes de 9 a.m. hasta la media noche sábados y domingos de 9 a.m. a 9 p.m.

Qué ver en Argentina Cataratas del Iguazú

Qué ver en Argentina

Cataratas del Iguazú

Atracciones turísticas en Cataratas del Iguazú

Situadas entre la provincia argentina de Misiones, las cataratas del Iguazú son una de las atracciones naturales más visitadas del país. En total cuenta con 275 saltos, la mayor parte de ellos situados en territorio argentino. El más alto es la Garganta del diablo, de 80 metros. Para poder observarlo existen una serie de pasarelas desde Puerto Canoas, donde también hay opción de navegar en barco y realizar varias excursiones por la selva. Otro de los atractivos de Iguazú es la fauna que habita en la zona. Se han atisbado más de 450 especies de aves y 80 mamíferos como el jaguar o el oso hormiguero. El Parque Nacional Iguazú ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984 y elegido por la fundación 7 New Wonders como una de las siete maravillas naturales del mundo.

Qué ver en las Cataratas Iguazú

Argentina es un país de gran riqueza natural. Al sur, en Patagonia, se encuentra el glaciar Perito Moreno, uno de los más famosos del mundo, y con razón. Y al norte, en la frontera con Paraguay y Brasil, en el parque del mismo nombre, está el conjunto de cataratas más impresionante del planeta. Una auténtica maravilla natural que solo podrás ver si decides viajar a Cataratas Iguazú.

Cuándo viajar a las Cataratas Iguazú

La verdad es que en esta zona llueve durante casi todo el año, aunque las precipitaciones son más habituales en verano. Claro, que también es en esta época cuando más caudal llevan los ríos y más impresionantes son las cascadas. Entre mayo y septiembre, la temporada baja en Iguazú, la temperatura es más fresca, las lluvias algo menos frecuentes y además hay menos turistas. Así que nuestra recomendación para viajar a Cataratas Iguazú es que lo hagas en esta época del año. Pero no te preocupes si no puedes. La zona es tan bella que no te defraudará en ningún momento.

La Garganta del Diablo

Seguramente, en tu plan de viajar a las cataratas Iguazú está acercarte a la Garganta del Diablo, el destino final de la mayor parte de los viajeros. Se trata del salto de agua más espectacular de la zona y, posiblemente, del planeta. 

La cascada tiene forma de u y el agua se precipita al vacío desde más de 80 metros de altura. La fuerza con la que cae es tan asombrosa que las salpicaduras crean una especie de neblina que impide ver el fondo. Y si las vistas te parecen increíbles, el sonido atronador lo será todavía más. 

Una perspectiva diferente de las cataratas

Ver el salto de agua desde arriba es lo más común, pero también puedes hacerlo desde abajo. Lo creas o no, puedes colocarte debajo de los saltos de agua. No hay ducha más natural que esa. ¡Mantén a salvo tu cámara de fotos!

El jardín de los picaflores en Puerto Iguazú

Después de haber estado prácticamente en la selva este jardín puede parecerte casi doméstico, pero a los amantes de las aves les encantará. Aquí viven más de 15 especies de picaflores, también conocidas como colibríes. Los únicos pájaros capaces de mantenerse en el mismo sitio ¡mientras vuelan!

Si visitas el jardín durante la época de cría verás menos cantidad, pero de todos modos merece la pena. 

Las minas de Wanda

Viajar a las cataratas Iguazú es una buena idea, sobre todo si dispones de tiempo de visitar los alrededores. A poco más de 50 km de Puerto Iguazú se encuentran las minas de Wanda. Tómate tu tiempo para verlas y aprender algo más acerca de cómo se forman las piedras preciosas. Se trata de una explotación a cielo abierto que los dueños del terreno descubrieron por casualidad y que se puede visitar. Aquí se extraen topacios, amatistas y cristales de cuarzo. 

Ruinas de San Ignacio Miní

Un poco más lejos, a unos 300 km de Puerto Iguazú se encuentran las ruinas de San Ignacio Miní. Sí, llegar hasta ellas te llevará unas horas, pero estarán bien invertidas. Allí te espera una misión jesuita del siglo XVII muy bien conservada que forma parte de Patrimonio de la Humanidad. La mayor parte de los muros de la misión continua en pie. Y se puede ver una puerta con columnas laterales. El paisaje que la rodea te ayudara a hacerte una idea del modo de vida de los misioneros, no demasiado acorde con las representaciones cinematográficas.

También te puede gustar