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Qué ver en Tíbet Gyantse

Qué ver en Tíbet

Gyantse

Atracciones turísticas en Gyantse

La pequeña ciudad de Gyantse, se encuentra a 274 km al suroeste de Lhasa en la conocida Autopista de la Amistad, la cual une las capitales del Tíbet y Nepal. Está a 3977 m de altitud y ubicada en la fértil llanura del valle del río Nyangchu, por lo que su principal estructura económica la conforman la agricultura y la ganadería.

Es parada obligada para los turistas que aprecian El Tíbet más auténtico. Un paseo por el intacto barrio antiguo es suficiente para respirar la esencia de su cultura tradicional, su importancia histórica y su sabor tibetano genuino, que sobrevive a pesar del empeño en modernizar el país por parte del gobierno chino.

En el siglo XV, durante sus años dorados, llego a ser la tercera ciudad más importante del Tíbet por su ubicación estratégica en la ruta comercial con India, en la que destacó por sus apreciadas alfombras de lana.

Como la mayoría de los monasterios tibetanos, el Pelkor Chode tiene un muro exterior que señala los límites del complejo. Al otro lado de las paredes se halla el templo de fachada color marrón rojizo y un chorten o estupa tibetana. Fue construido en el siglo XV y es el único del país que ha concentrado a monjes de distintas escuelas disciplinares budistas, como la Orden de los Gorros Amarillos, la Sakya y la Kadampa conviviendo en sintonía y concordia. Su estilo arquitectónico mezcla influencias tibetanas, nepalíes y de la etnia china Han.

Dentro del templo principal Tsulaklakang está el lugar más importante que es el Salón de Audiencias, donde hay dos tronos, uno para el Dalai Lama y otro para el lama principal Sakya. En la parte posterior se encuentra la capilla más importante Tsangkhang, cuyas paredes están adornadas con hermosas pinturas murales y donde hay una estatua de bronce de Shakyamuni de 8 m de altura flanqueada por tallas de otras deidades.

Al lado del monasterio se alza el Chorten o Kumbum, una de las joyas del arte tibetano. Construida en 1418, tiene 35 m de altura y es la más antigua, la más alta, la mejor conservada y la más importante del país.

Esta gran estupa revestida de yeso pintado de blanco, consta de 9 niveles que van decreciendo en tamaño a medida que aumentan en altura. Los 5 primeros, tienen planta cuadrada con forma de mandala tridimensional y 77 puertas cada una de las cuales dan acceso a capillas o santuarios reservados al culto que albergan esculturas de arcilla, bellos thangkas y exquisitas pinturas murales, de ahí el origen de su nombre Kumbum que significa “Cien mil imágenes”, aludiendo a la gran cantidad de representaciones de Buda que alberga. Las 4 alturas superiores son circulares y en los costados de la , se dibujan los ojos de la sabiduría que simbolizan la conciencia divina en todo lo que existe. Está rematada por una cúpula decorada con 13 anillos dorados que representan los estados sucesivos de acercamiento al fundador del budismo. El edificio se circunvala siguiendo la kora en el sentido de las agujas del reloj en señal de respeto.

El Gyantse Dzong es la gran fortaleza que corona una de las colinas del valle y domina la ciudad. Fue construida en 1390 e incluye una serie de edificios cuyos robustos y altos muros encalados, presentan escasas ventanas y ventanucos y una franja decorativa de color rojizo que recorre todo el extremo superior del edificio. Los restos de las antiguas murallas del siglo IX que rodeaban la ciudad, se suman a la construcción otorgándole cierto aire medieval y serpentean por el vértice de la montaña a lo largo de 3 km. En su interior alberga un museo, pero lo más interesante es acceder a él para admirar desde lo alto las fotogénicas vistas de la ciudad.

Gyantse también es conocida como la “ciudad de los héroes” por la extraordinaria resistencia que protagonizó ante la invasión británica imperialista que llegó a la región en el año 1904. Más tarde, en 1959, la ciudad fue devastada durante la Revolución Cultural China, cuando los monjes fueron perseguidos y el monasterio dañado y expoliado, aunque posteriormente fue reparado.

Viajar a Gyantse es una de las experiencias más gratificantes que se pueden vivir en este remoto país. Ser testigo de primera mano del encanto que desprende esta ciudad y de cómo ha sabido preservar su belleza a pesar de los adversos condicionantes históricos, harán que un viaje al Tíbet sea perfecto y rebosante de identidad.

De momento Gyantse no está disponible

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