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Qué ver en Namibia Desierto del Namib

Qué ver en Namibia

Desierto del Namib

Atracciones turísticas en Desierto del Namib

De sur a norte, desde el río Orange en la frontera con Sudáfrica hasta el río Kunene en la frontera con Angola se despliega el desierto más antiguo del planeta con más de 65 años de edad, el más grande de África y el cuarto más grande del mundo, el gran desierto del Namib.

Con una anchura de entre 80 y 200 km se extiende 2000 km a lo largo del lado oeste del país, paralelamente a la costa atlántica y su límite natural lo marca la cadena montañosa Gran Escape. Sus 80000 km cuadrados sin duda justifican su nombre que significa “enorme” en lengua nama.

En el sur del Namib se ubica el Parque Nacional Naukluft, que con una extensión es de 50000 km cuadrados es el más grande de África. Tiene lluvias esporádicas y bajas temperaturas en invierno. Alberga el macizo montañoso Naukluft, un estrecho barranco con picos de hasta 2000 m de altura moldeado por la lluvia dando lugar a escarpados acantilados y embalses, muchos de ellos subterráneos.

A 96 km de la entrada al parque se encuentra el Valle de Sossusvlei, con más de 300 km de largo y 140 km de ancho. “Vlei” significa marisma y se alude a él como una “bandeja o sartén de sal”, en definitiva a un salar seco que sólo ante lluvias excepcionales se llena de agua y que está rodeado de las dunas más grandes, más altas y más hermosas del mundo. Las hay alineadas, de media luna y en estrella, como las emblemáticas "Duna 45" de 300 m, que está en el km 45 de Sesreim y desde cuya ladera el amanecer es un sueño viajero, la "Duna 7 o Big Daddy" con 380 m y frente a ésta Big Mama.Estas gigantes dunas de fina arena deben su impactante color rojo a la tierra del Kalahari que arrastra el río Orange hacia el mar mezclándola con sus partículas de hierro, devuelta a la costa por la corriente submarina Benguela y que el viento que sopla hacia el interior se encarga de transportar hasta el Namib. El hierro en la arena se oxida, así que cuanto más vieja es la duna, más brillante es su color.En constante movimiento por el viento, con sus explosivos colores que van del ocre al rojo y las constantes luces y sombras fruto del posicionamiento del sol a lo largo del día, este lugar regala un paisaje que es un auténtico imán para los amantes de la fotografía. Sobrevolar en globo o avioneta este inmenso y sorprendente mar de arena es una actividad inolvidable que se ofrece al turista.

A 2 km de Sossusvlei está Deadvlei, una zona de la reserva donde hay varios "vleis" o lagunas desecadas con una capa cuarteada de arcilla blanca en el fondo, fruto de la evaporación y que están rodeadas de las dunas rojas características del Namib. Sobre aquellas yerguen árboles ennegrecidos con posturas fantasmales, algunos de hasta 900 años de antigüedad, momificados por la deshidratación y cuya falta de humedad impide su descomposición. Este paraje representa una de las imágenes más célebres del país.

El Cañón de Sesreim, de 1500 metros de longitud y 50 m de alto y excavado por la erosión del río Tsauchab, es otro lugar del desierto incluido en el parque que goza de agua todo el año, siendo el refugio de muchos animales en las horas más calurosas. Su nombre significa “seis cinturones”, haciendo referencia al número de ellos que tenían que atarse los primeros exploradores para recoger el agua del fondo con un cubo.

Dentro del parque, a 42 km al sur de Walvis Bay se encuentra el puerto de Sandwich, donde hay una laguna considerada un santuario de observación de aves, siendo el hogar de unas 50000 en verano y 20000 en invierno, incluyendo espectaculares bandadas de flamencos.

Curiosas especies viven en el adverso ecosistema del Namib, algunas endémicas como el escarabajo toktokkie, el lagarto de hocico de pala, el lunar dorado de Grant que no tiene ojos y la welwitschia mirabilis, una planta de tronco grueso y dos hojas que puede llegar a vivir hasta dos mil años. También se pueden ver cebras de montaña, oryx, gacelas, antílopes, elefantes, avestruces, chacales, hienas, caballos salvajes, leones y jirafas.

El pequeño asentamiento de Solitario bien merece una parada para hacer un descanso en la ruta por el desierto. Aquí se halla la gasolinera más conocida de Namibia y una panadería local donde se cocina un delicioso strudel de manzana famoso en todo el mundo.

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