Bergen, la ciudad de Frozen

auroras boreales

El reino de hielo, conocido como el pueblo de Frozen existe, está en Noruega. Más concretamente en Bergen, la pequeña ciudad universitaria ocupada por los hanséaticos en el pasado que en el último año ha visto como aumentaba su turismo gracias a Disney. Y es que, aunque el invierno eterno existe en muchos puntos del mundo, incluso en la zona norte de nuestro país, los creadores de Frozen han visto en Noruega el paisaje perfecto para recrear el cuento de La reina de las nieves de Hans Christian Andersen. Un recorrido por la colorida ciudad de Bergen bastará para darse cuenta de que estamos dentro de la película de Frozen, conocida en el mundo Disney como la ciudad de Arendelle.

Fløyen y el bosque de los trolls

Bergen está rodeada de siete montañas, siendo Fløyen y Ulriken las dos más famosas. A ellas se puede acceder en funicular o teleférico desde el centro de la ciudad. Los más atrevidos, incluso pueden subirla a pie, tal y como lo hacen los domingos los noruegos. Aunque todas ellas son muy parecidas, Fløyen tiene un encanto especial: aquí es donde viven los trolls. De hecho, hay un bosque repleto de ellos y varias figuras que te recuerdan donde estás.

Estos seres extraños, muy similares a los que estabamos acostumbrados a ver en David el gnomo, no fueron creados para la película, sino que son anteriores a ésta. Los trolls son una figura mitológica escandinava que aparecen en numerosos cuentos, leyendas e historias del país. Antiguamente eran ogros malvados pero, en las últimas décadas, con la literatura romántica éstos fueron suavizados y reconvertidos en seres buenos que pueden llegar a petrificarse si les da el sol, tal y como se nos muestra en la película.

El antiguo barrio de Bryggen

Este antiguo barrio hanséatico es uno de los lugares más emblemáticos de Noruega. Sus casas de madera, todas de un color, han hecho que hoy sean Patrimonio de la Humanidad. Aunque en la película casi no se distinguen, ya que está cubierto por la nieve, sus creadores se han inspirado en sus callejuelas, estructura del barrio, ubicación y en la forma de sus casas para crear el pueblo de Arendelle en Frozen (incluso el nombre se inspiró en la ciudad noruega de Arendal).

Fisketorget, el mercado de pescado

Uno de los imprescindibles en Bergen es degustar el salmón o su pescado seco. Esto lo encontramos en su popular mercado del puerto: el Fisketorget donde, desde bien entrada la mañana, los comerciantes exhiben toda su producción del día. Aunque éste tampoco se distingue del todo bien, podría encajar con el que aparece en el pueblo. De hecho, su popular lutefisk (el pescado seco) sí que lo hace. Por ejemplo, cuando al entrar en la tienda de invierno, el vendedor ofrece lutefisk a Anna.

Los sami

Son el pueblo indígena autóctono de Noruega. También responden al nombre de lapones, aunque ellos prefieren el de sami. Entre sus características, éstos se dedican al pastoreo de renos, visten colores llamativos y pieles de animales. Una cultura que Disney nos ha sabido mostrar muy bien a través de los personajes que viven en Arendelle, sobre todo del de Kristoff.

Los fiordos Nærøyfjord y Aurlandsfjord

Casi todas las excursiones para disfrutar de Nærøyfjord, Patrimonio de la Humanidad, y Aurlandsfjord salen desde Bergen. Lo hacen en uno de los trenes más bonitos del mundo: el flåmsbana, que recorre las montañas, cascadas y fiordos más impresionantes de Noruega. De hecho, el tren hace parada a mitad de camino para que los viajeros puedan disfrutar del espectáculo de las Valquirias que habitan la montaña. Estos fiordos fueron una gran inspiración para Disney, que decidió congelarlos.

auroras-boreales

Las auroras boreales

En una película ambientada en Noruega no podían faltar las increíbles auroras boreales. De este fenómeno natural se puede disfrutar en la parte norte del país desde finales de otoño a principios de primavera, aproximadamente. Aunque advertimos: al ser un espectáculo natural, habrá que tener paciencia.

El éxito de Frozen con su representación del pueblo Arendelle, ha hecho que los viajes a Noruega hayan incrementado notablemente desde su estreno, y sobre todo en Bergen. No obstante, lo cierto es que este país no necesita más alicientes para enamorarnos. Sus fiordos, las grandes montañas y colinas, su gastronomía, cultura y gente ya nos gustan lo suficiente como para hacer la maleta y no volver.

Comments are closed.