Qué ver en Krabi, la puerta al paraíso tailandés
Krabi y su estampa de playas bañadas por aguas turquesas, rodeadas de bosques de palmeras y repletas de pequeñas cabañas habilitadas como bungalós son quizá una de las imágenes más conocidas de Tailandia. Uno de los reclamos turísticos de aquellos que quieren disfrutar de las islas del oeste del país, mucho más populares y masificadas que las que se ubican en la costa este.
A pesar de su popularidad, debido a que fue el escenario donde Danny Boyle rodó la afamada película de La playa protagonizada por Leonardo DiCaprio, Krabi no decepciona al viajero. En esta zona de Tailandia uno puede encontrar todo cuanto necesita: noches interminables con fiestas de fuego en la playa, como las que se organizan en Phi Phi; playas donde al caer la tarde se quedan prácticamente vacías, como las de Railay; la posibilidad de integrarse con la gente local, como ocurre con Krabi Town; o incluso islas tranquilas con ambiente en su justa medida, como ocurre en Koh Lanta. Descubre todo lo que ver en Krabi.
Qué ver en Krabi Town, la ciudad más auténtica de la costa oeste
La mitad de los vuelos que aterrizan en las islas de la costa oeste llegan al aeropuerto de Krabi (la otra mitad lo hacen a Phuket, por sus espectaculares playas), aunque pocos son los que se decantan por hacer noche en la capital de provincia. Si buscamos en las guías, cosas que ver en Krabi, veremos que muchas de ellas dicen que hay poco que hacer, por lo que algunos viajeros la utilizan como un lugar de tránsito, donde coger los ferries a sus islas principales o los “longboats” (nombre con el que se conoce a las típicas embarcaciones tailandesas).
No obstante, Krabi Town es posiblemente la ciudad más auténtica de esta parte de Tailandia, una de las más económicas – aquí se pueden encontrar restaurantes locales con platos a partir de dos euros – y también dispone de lugares de interés que se pueden visitar.
Justo a la entrada de la ciudad se encuentra Khao Khanab Nam, dos formaciones de piedra caliza situadas a orillas del río a las que se puede acceder desde el puerto, donde se ubican los barcos taxis. En uno de los pantalanes que recorren la bahía se ubica una gran escultura de un cangrejo, uno de los ingredientes principales de muchos de los menús que se pueden degustar en los restaurantes de la ciudad y que se ha convertido en la imagen del lugar.
Su ambiente, tanto diurno como nocturno, lo encontramos tanto en su calle principal como en el mercado al aire libre del centro. Gracias a que sus precios son bastante económicos y no abusan del turista, como puede ocurrir en Phi Phi o Koh Lanta, este es un buen lugar para introducirse en la gastronomía tailandesa.
Aquí también se puede encontrar ropa típica del país, que no solo resulta muy cómoda sino que en ocasiones se vuelve imprescindible. Por ejemplo, cuando visitas los templos, donde es obligatorio llevar tanto las piernas como los hombros cubiertos. Una recomendación es hacerse con algún pañuelo tailandés con el que podrás cubrirte solo cuando sea necesario.
Otra de las cosas que ver en Krabi Town son su templos. Uno de ellos es el impresionante Wat Kaew que, además de ser gratuito, es de los pocos donde podrás pasear tranquilamente por él sin aglomeraciones y ver a los monjes colocando las ofrendas.
Otro, quizá más conocido, es el Tiger Temple (templo del Tigre), llamado así no porque en él se puedan encontrar tigres ni crías a las que alimentar, sino porque según la leyenda la cueva que se halla en la parte inferior estaba custodiada por este animal. De hecho, una figura lo recuerda justo en el lugar donde se dice que habitaba.
El templo data de finales del siglo XX y su principal peculiaridad es que su santuario se ubica a casi 300 metros de altura, por lo que para llegar hasta él es necesario estar en buena forma: hay que subir 1.237 escalones de diferentes alturas y formas. El ascenso, no obstante, merece la pena pues, además de las increíbles vistas, en su parte superior se encuentra un enorme Buda de oro, además de una estupa y diferentes figuras budistas.
La visita estará amenizada por las travesuras de los monos, quienes se han adueñado del lugar e intentan coger todo cuanto esté a su alcance. Te recomendamos que vigiles bien tus pertenencias, son capaces de subirse a tus hombros y abrirte el bolso o la mochila.
A pesar de carecer de mucho turismo, Krabi Town cuenta con todas las comodidades y necesidades de una ciudad: oferta hotelera, gran surtido de restaurantes locales e internacionales, tiendas, hospitales, farmacias, aeropuerto, estación de autobuses y puerto. La mayor parte de sus locales son tailandeses, por lo que es una buena opción para mezclarse con la población.
Y, aunque no cuenta con impresionantes playas en sus inmediaciones, desde aquí hay varias conexiones para acceder hasta Railay Beach, una de las más bonitas de la costa y las más conocidas por el color de su agua y el atolón de piedra caliza que se ubica frente a su orilla.
Railay Beach
Situada entre Krabi Town y la turística Ao Nang se encuentra Railay Beach, una pequeña península donde llegan los longboats rodeada de playas de azul turquesa y frondosa vegetación.
Se puede pasar allí la noche o simplemente el día, aunque si te decantas por esta última opción te recomendamos que te quedes hasta las 5pm, cuando parte el último bote, pues por las tardes es cuando menos gente hay y se puede disfrutar de la tranquilidad del lugar.
Algunas de las actividades que ofrece son la escalada por sus paredes de roca caliza, el esnórquel, kayak, así como la de realizar varias rutas de senderismo.
Además de sus playas principales, una de las más bonitas es la de Tonsai Beach, a la que se puede acceder tanto atravesando la selva como en bote. Lo más recomendable es hacerlo por mar, pues el camino interior no está muy bien señalizado y requiere tiempo.
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