Planes para vivir una auténtica experiencia africana
África es el continente de los grandes contrastes. Desde la cultura árabe del norte, donde las mezquitas y el té son sagradas para sus habitantes; las grandes civilizaciones que dejaron auténticos tesoros en Cartago (Túnez) y el Antiguo Egipto; las reservas naturales donde habitan variedad de animales, algunos en extinción; a las cristalinas costas que lo rodean. Estos son solo algunos de los grandes atractivos del continente que harán de África una experiencia inolvidable.
Índice
Surcar el mar de dunas de Namibia
Dominada por el desierto de Namib, este país africano es conocido por su gran mar de dunas de color rojizo debido a la oxidación del hierro de su arena. Las más altas de ellas llegan a los 300 metros de altura, son la Duna 45 – llamada así por encontrarse a la altura del kilómetro 45 de la carretera que discurre entre Sesriem y Sossusvlei- y Big Daddy. Ambas se hallan en el Parque Nacional Namib-Naukluft, alrededor del enorme salar de Sossusvlei. Es el espacio natural más conocido de Namibia y está considerado como el desierto más antiguo del mundo. Aunque hoy es un destino muy popular entre los que practican el sandboard, una especie de snowboard pero en la arena, desde la antigüedad este país fue temido por los grandes exploradores, quienes han visto cómo sus navíos se quedaban encallados en su litoral haciendo que adquiriese el nombre de la costa de los Esqueletos. Los valientes que se adentraban en su interior no tenían mejor suerte. Uno de sus atractivos es la conocida Kolmanskop, una villa semi enterrada en la arena que fue construida originariamente por los buscadores de diamantes y que fue abandonada.
Un safari por Kenia
Kenia es la reina de la sabana. El punto de partida de muchos de los safaris que buscan contemplar a los cinco grandes en su propio hábitat. Ellos son el elefante, el búfalo, el leopardo, el rinoceronte y el rey de la selva, el león. Aunque en este país también se puede disfrutar de otros mamíferos como los ñus, cebras, jirafas, hipopótamos o jabalís. Todos ellos viven en los parques de Kenia, grandes llanuras y valles en donde se produce cada año el fenómeno de la Gran Migración que hace que la Reserva de Masái Mara reciba a miles de herbívoros procedentes de Tanzania en busca de tierras más fértiles. La mejor forma de disfrutar del espectáculo es sobrevolar la zona en un globo aerostático, desde donde se obtienen las mejores vistas. Esta reserva también es el lugar de residencia de la conocida etnia de los masáis, quienes viven según sus tradiciones ancestrales y se resisten al paso del tiempo. No menos importante es el Parque Nacional del lago Nakuru, otro de los imprescindibles del país donde se halla el gran lago salubre y medio millón de flamencos responsables de colorear el agua de rosa. Las mejores vistas del Kilimanjaro, la montaña más elevada de África y que está situada en Tanzania, las obtenemos desde el Parque Nacional de Amboseli, situado en el valle del Rift. En su horizonte se pueden contemplar los amaneceres más bellos del país, en los que no faltan las siluetas de las jirafas o los elefantes.
La sonrisa de Gambia
Con una sonrisa siempre en la cara, Gambia está considerado como uno de los países más amables y humildes de África. Debido a carecer de riquezas naturales, también ha sido uno de los más pacíficos a lo largo de la historia, pues tras la colonización británica y su posterior autodeterminación, este pequeño país situado dentro de Senegal no ha sido objeto de conflictos. Gracias a ello, Gambia puede presumir de ser uno de los países más seguros del continente, donde los locales tratan con mimo a los turistas y les invitan a entrar en sus vidas.
Su cultura local está formada por las tradiciones de las diferentes etnias que aún perviven en el país, como los diola o los wolof. Su naturaleza, aunque no es tan exuberante como el de sus vecinos, ofrece inmensos campos verdes con arrozales, playas desérticas bañadas por el Atlántico – en esta zona el agua está caliente – islas sin explotar y un gran río del que toma el nombre el país y donde, en algunos de sus tramos, reside la mayor parte de su fauna como monos, lagartos e hipopótamos.
Los tesoros egipcios
El norte de África guarda como un tesoro los cimientos de las antiguas civilizaciones que construyeron grandes imperios a orillas del Mediterráneo. Una de las más importantes fue la egipcia, que optó por crear sus asentamientos en la ribera del río Nilo. Allí aún hoy se conserva la antigua capital Tebas, conocida actualmente como Lúxor. En ella es donde se concentran algunas de las edificaciones más significativas del Imperio Nuevo del Antiguo Egipto. Una avenida de esfinges lo unen con Karnak, el centro religioso más influyente de la época. A pocos metros, justo en la otra orilla se levanta el afamado valle de los Reyes, la necrópolis donde eran enterrados los faraones de la época y cuyos cuerpos se exhiben momificados en una de las salas del Museo Egipcio de El Cairo, donde también se puede contemplar el gran tesoro de Tuntankamón. A las afueras de su capital es donde se ubica su gran obra arquitectónica: las pirámides de Gizeh construidas en honor a Keops, Kefrén y Micerinos, y custodiadas por la afamada Esfinge.
Los primates de Uganda
Conocido por los gorilas de montaña, Uganda es el país africano que concentra mayor número de primates del mundo. En él se han hallado diferentes tipos, algunos en peligro de extinción, repartidos por sus distintos parques naturales. El que cuenta con más de 300 ejemplares de gorilas es el Parque Nacional de Bwindi, conocido también como la selva impenetrable por su densa vegetación. Los populares chimpancés, por su parte, una gran mayoría habitan en Kibale, donde también se pueden contemplar babuinos, colobos o monos de culo rojo. En total, aquí se hayan más de 12 especies diferentes, además de otros mamíferos comunes que, como en el resto de parques, son uno de los principales atractivos de los safaris. Se trata de los Big Five, los cinco grandes de la sabana africana: el búfalo, el leopardo, el rinoceronte, el elefante y el león. Otras joyas naturales que conviene no perderse son las cataratas Murchison, ubicadas en el homónimo parque y cuyo estruendo debido a sus 47 metros de caída lo ha convertido en uno de los puntos más turísticos del país. La diferencia de Uganda con sus vecinos es que todavía no ha sido explotado, por lo que se puede disfrutar de una naturaleza prácticamente virgen.
Las tribus de Etiopía
Caras y cuerpos pintados, ropas de diferentes colores, tocados de plumas… las tribus de Etiopía son algunas de las más ancestrales del mundo que, a pesar del crecimiento del turismo y estar expuestas a su extinción, han logrado mantener muchas de sus costumbres y tradiciones. Gran parte de ellas están asentadas en el valle del río Omo, donde el verdor intenso de la vegetación da paso a inhóspitas tierras. La tribu más fotogénica es la de los mursi, también son los más populares debido al plato que lucen en sus labios y cuyo tamaño va aumentado hasta contraer matrimonio. Es su seña de identidad y, cuanto más grande, mejor será el enlace. Otras etnias reconocidas son los hamer, una de las más hospitalarias y cuyos rituales es uno de los mayores espectáculos del país: el salto de la vaca. En él, los hombres que están entrando en la madurez deberán de saltar una hilera de 10 vacas para mostrar su valentía. Los konso, por su parte, pueden presumir de que su poblado ha sido declarado patrimonio de la humanidad debido a su valor paleontológico. Sus pequeñas chozas de adobe y paja, esparcidas por la naturaleza, son una de las visitas imprescindibles para adentrarse en las tradiciones de esta etnia ancestral que se divide en varios clanes.
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