5 lugares del Mediterráneo para visitar en barco

Mediterráneo

Septiembre es un buen mes para surcar el Mediterráneo. Las buenas temperaturas y el descenso del turismo nos permiten disfrutar de lo mejor de su costa sin aglomeraciones. Un recorrido en barco nos lleva a conocer algunas de las islas más codiciadas de este mar donde no faltan las historias de antiguas batallas, la cultura y el buen ambiente.

Sicilia

Italia

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La isla italiana combina a la perfección la naturaleza más abrupta con los resquicios de las antiguas civilizaciones que se asentaron en ella gracias a su posición estratégica en medio del Mediterráneo. Su amplio patrimonio griego, romano, normando, renacentista o barroco está presente en muchas de las ciudades o pequeños pueblos que bordean su costa, ideal para recorrer en barco. La primera parada debería ser su capital, Palermo, donde se encuentran algunos de los mejores ejemplos del glorioso pasado de la isla. Un recorrido por el centro de la ciudad nos permitirá adentrarnos en la Catedral, el palacio Normando, la mezquita de Sant Giovanni degli Eremiti o las catacumbas de los Capuchinos, conocidas por sus momias.

Descendiendo hacia el sur conviene parar para contemplar los tesoros de Taormina. Esta antigua ciudad fundada por los griegos conserva algunos de los restos arqueológicos más importantes de la isla, como el teatro greco-romano. Desde su costa se puede divisar el perfil del imponente Etna, el dueño indiscutible de la isla que ha cubierto de color grisáceo la ciudad universitaria de Catania. Aún en activo, su última erupción tuvo lugar en 2012. Catania es la segunda ciudad más grande de Sicilia y fue nombrada patrimonio de la humanidad en el año 2002. Víctima de erupciones y terremotos, entre sus joyas aún se conservan algunos vestigios de la época griega o romana.

Siguiendo la forma de la isla, las últimas etapas del viaje serían la antigua colonia corintia de Siracusa, Ragusa y el precioso pueblo de Sciacca, envueltos de historia y rodeados de increíbles playas.

Malta, Gozo y Comino

Malta

Malta

Elegida Capital Europea de la Cultura para el 2018, Malta este año está de celebración. El pasado mes de marzo su capital, La Valeta, cumplió 450 años de su fundación. A pesar de su reciente historia, el país cuenta con un rico pasado de conquistas debido a su situación geográfica, pues suponía un gran atractivo como vía comercial del Mediterráneo. La Orden de Malta levantó la primera piedra que, tras la derrota del Imperio otomano, se convertiría en una fortaleza. Su puerto, además, fue uno de los más importantes, ya que en él hacían parada muchos de los barcos que traían mercancías desde Oriente y Occidente. Gracias a ello, Malta vivió una época de esplendor que sólo se vio interrumpida por los ataques de diferentes conflictos como la Segunda Guerra Mundial, que destruyó parte de su patrimonio.

Navegar por su costa nos lleva hasta algunas maravillas como la afamada Gruta Azul, o a sus islas: Gozo y Comino, rebosantes de tesoros naturales. La primera de ellas se cree que es la isla de Calipso que Homero describe en la Odisea, tal y como recoge su leyenda. En ella encontraremos numerosos templos, como el de Ggantija, iglesias barrocas, espectaculares playas y muy buen ambiente nocturno. Por su parte Comino es popular por ser el lugar donde se halla la laguna Azul, una piscina natural de agua turquesa donde relajarse. Este rincón perdido es uno de los mejores destinos para los amantes del submarinismo.

Islas griegas

Grecia

Islas griegas

Elegir entre más de 2.000 islas es complicado, aunque recorrerlas en barco permite descubrir un gran número de ellas. Este tesoro griego es, desde los tiempos más remotos, uno de los destinos más codiciados de los navegantes que buscaban nuevos territorios donde asentarse. Así es como encontramos algunas joyas como Cnosos, la ciudad que el rey Minos ordenó construir y donde aún yacen los restos de su antiguo palacio. Se encuentra en la gran isla de Creta, aunque no es su única reliquia. A pocos kilómetros también se halla Festos, uno de los yacimientos más importantes de la civilización minoica. La historia de Rodas, sin embargo, está abierta a la imaginación. Su gran coloso, correspondiente al dios Helios y considerado como una de las Siete maravillas del mundo antiguo, fue destruido por un terremoto. Lo que sí permanece aún en pie son algunos de los restos de la acrópolis de Lindos.

Más allá de la arqueología y la historia, las islas griegas también ofrecen un descanso en playas cristalinas y pequeños pueblos con vistas al mar. El blanco, su seña de identidad, tiñe algunas de las casas de las islas más conocidas como Santorini o Miconos, escenario de muchas de las postales del país y de películas románticas. Otras, en cambio, están marcadas por la mitología y por las invasiones. Este es el caso de Corfú, donde Poseidón llevó a su enamorada. Hoy, el territorio está repleto de antiguas fortalezas heredadas de las conquistas del pasado.

Dubrovnik

Croacia

Croacia

La ciudad amurallada que se erige sobre la costa de Dalmacia es una de las ciudades más bellas de Europa. Su puerta de Pila nos introduce a un entramado de pedregosas calles que ascienden a través de infinitos peldaños hasta lo más alto de la ciudad, desde donde se obtienen algunas de las mejores vistas al Adriático, una de las subdivisiones del Mediterráneo. También desde sus murallas, que hoy ofrecen un apacible paseo pero que, en sus orígenes, sirvió como defensa a los posibles ataques. Víctima de numerosas guerras, algunas de ellas tan demoledoras como la de los Balcanes, la antigua Ragusa ha sabido reinventarse a sí misma y conservar algunos de los monumentos que hoy concentran a un gran número de turistas. Un viaje organizado por los Balcanes, con parada en Duvrovnik, nos lleva por la Catedral, la Torre del reloj, el Palacio del rector, la fuente de Onofrio o el monasterio franciscano, donde se encuentra la farmacia más antigua de Europa: Mala Braca, abierta desde 1317.

El viaje por la costa seguiría hasta la isla de Lokrum, un remanso de paz situada a escasas millas de la ciudad. Los primeros en construir en ella fueron los monjes, quienes levantaron una abadía benedictina. Ellos también fueron los responsables de la gran tradición botánica de Lokrum, uno de sus principales atractivos de la isla junto con el Mrvto More, un lago salado donde refrescarse.

Islas Baleares

España

Mallorca

Estas cinco islas baleares son perfectas para recorrer en barco. Sus aguas cristalinas, el buen tiempo, el amplio patrimonio y sus tesoros naturales han hecho de ellas uno de los destinos turísticos más internacionales. Su capital, Palma de Mallorca, guarda entre sus calles medievales un sinfín de edificios góticos que se erigen sin perder el contacto con el mar. Su barrio histórico está presidido por la Seu, la catedral donde el arquitecto catalán Antoni Gaudí dejó huella y que hoy es uno de los iconos de la ciudad. No muy lejos se halla el Can Vivot, el lugar marcado por ser donde se llevó a cabo la conspiración de los Borbones durante la guerra de Sucesión. Su carácter defensivo lo encontramos en el castillo Bellver, desde donde se obtienen unas impresionantes vistas a la bahía.

Su hermana pequeña, Menorca, ofrece algunas de las mejores calas del archipiélago. Conocido por ser un destino de sol y playa, aquí los principales reclamos son la cala Mitjiana, de un turquesa intenso; la Pregonda, a la que se accede en barco; o Morell, donde se encuentra la necrópolis más espectacular de Menorca. No podemos abandonar la isla sin una visita a la cueva de Coloms o realizar un paseo por el casco antiguo de Mahón.

La naturaleza cobra vida en Formentera y Cabrera. La primera de ellas es conocida por el color de su agua, mientras que la segunda cuenta con uno de los ecosistemas más ricos del Mediterráneo gracias al Parque Nacional Marítimo Terrestre del Archipiélago de Cabrera. Si lo que se busca es fiesta, además de naturaleza, playas y puestas de sol infinitas, la reina de la noche no es otra que Ibiza.

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