? 7 castillos de cuento
Situados en lo alto de las montañas, sobre promontorios rocosos o a orillas del mar, los castillos siempre han sido una de las fortificaciones más codiciadas de la historia. Durante el período de guerras simbolizaban el poder de un pueblo, su capacidad para atacar o defenderse. Esta versión bélica fue incorporada en la literatura con un toque romántico, haciendo que estos lugares tuvieran un halo de misticismo y que en ellos, además de batallas, se librasen grandes historias de amor o de miedo.
La mayor parte de los castillos del mundo se encuentran concentrados en Europa. Algunos países como Francia, Alemania, Irlanda, España o Reino Unido incluso cuentan con rutas especializadas. En esta lista hemos añadido algunos de los más mágicos del continente, incluyendo uno de los más bonitos de Asia.
Índice
7 castillos de cuento
Castillo de Bran, Transilvania
El castillo más novelesco del mundo es una de las fortalezas medievales más misteriosas y bellas de Rumanía. Su popularidad se la debe al escritor irlandés Bram Stocker quien, para crear a su célebre personaje el conde Drácula, se inspiró en el antiguo príncipe de Valaquia Vlad III “El empalador”. Según la leyenda, éste habitó el castillo de Bran en el siglo XV, aunque estos hechos nunca han sido confirmados. Algunos historiadores han concluido que Vlad III sólo estuvo en él cuando fue encerrado en su mazmorra durante la ocupación otomana. No obstante, la primera versión es la que ha ganado más peso a lo largo de la historia y, que Bram Stocker haya ubicado a su afamado conde en este lugar, ha ayudado a que actualmente este castillo sea uno de los lugares más turísticos de Transilvania. Directores de cine han utilizado también su imagen para grabar las diferentes versiones de Drácula.
Castillo de Butrón, País Vasco
Rodeado de bosque, palmeras y diferentes especies de animales, esta fortaleza medieval de Gatika es una de las joyas de Bizkaia. Fue levantada en el siglo XIV por la familia Butrón cuando ampliaron su caserío, compuesto por aquel entonces por una torre y una cuadra. Sus exteriores están marcados por las cruentas batallas entre la nobleza de la región, quienes querían hacerse con el control del territorio. Actualmente, el aspecto del castillo es el resultado de la última gran reforma que se realizó en el siglo XIX por el arquitecto marques de Cubas. En ella se tuvieron en cuenta los diferentes estilos arquitectónicos de los castillos más nobles de Europa y, aunque sus interiores no resultaron ser muy funcionales, después de estas obras nunca más volvió a ser habitado.
Castillo de Eilean Donan, Escocia
Posiblemente sea el castillo más bello de Escocia, icono de las Highlands. Su principal encanto radica en que se encuentra situado en una pequeña isla sobre el lago Duich, hoy unido a la península por un estrecho puente de piedra. La imagen actual es el resultado de varias reformas, pues su estructura original data del siglo XIII, cuando se construyó como defensa para los ataques vikingos. Una vez se extinguieron las amenazas, este enclave sirvió de residencia a una de las familias más reconocidas de las tierras altas, el clan MacRae, quienes lo ampliaron en varias ocasiones.
Este castillo también fue ocupado por tropas españolas en el siglo XVIII, cuando los escoceses les pidieron ayuda en su lucha contra la ocupación británica. En esa época la fortaleza fue bombardeada y sufrió sus mayores desperfectos. Terminada la guerra, un descendiente del clan MacRae compró el castillo y lo reformó haciendo de Eilean Donan uno de los lugares más emblemáticos de Escocia. Su imagen bucólica ha llamado la atención de numerosos directores de cine que lo han utilizado como escenario para películas como Los inmortales, El lago Ness o El mundo nunca es suficiente, entre otras.
Castillo de Lichtenstein, Alemania
Esta joya neogótica se encuentra en los montes Suabos, al suroeste de Alemania. Forma parte del recorrido de la Ruta de los castillos, un camino de 1.200 kilómetros donde se concentran algunas de las fortificaciones más increíbles del país. El castillo fue levantado en el siglo XIV por los caballeros de Lichtenstein, quienes desde su bastión defendieron las tierras de los invasores. Cuando lo abandonaron, entonces pasó a manos del rey Federico I de Wurtemberg y acabó sirviendo como refugio para los cazadores. Su aspecto actual es el resultado de las últimas reformas realizadas por su sobrino en el siglo XIX y XX, quién convirtió su estilo en neogótico inspirado en la novela Lichtenstein, de Wilhelm Hauff. A la estructura original se le añadió una capilla, un patio, varios edificios, la torre y la muralla. En el 2002, además, se introdujo en él una colección de armas que actualmente puede ser visitada.
Castillo de Venus en Erice, Italia
En lo alto del monte Ericus, en la ciudad siciliana de Erice, se erige esta antigua fortificación cuya historia data de la época clásica. Según la leyenda, Eneas levantó en aquel lugar un templo consagrado a la diosa Venus que fue arrasado durante las guerras púnicas entre los romanos y fenicios. Algunos de los restos de este templo original se encuentran en el interior del castillo, junto con las termas romanas y un antiguo pozo. Su situación estratégica también hizo que estuviera disputado por los árabes, quienes lo convirtieron en una ciudadela hasta que, años más tarde sirvió de prisión y como torre de vigilancia. Actualmente, es una de las reliquias de Erice junto con las torres de Balio y Pepoli, desde donde se obtienen las mejores vistas de este pueblo medieval de Italia.
Castillo de Dunguaire, Irlanda
Es el castillo más fotografiado de Irlanda, también uno de los más visitados durante el verano por aquellos que recorren la bahía de Galway. Situado a los pies del mar, a las afueras de Kinvara, esta antigua torre de 23 metros no está exenta de historias. Aunque la fortaleza fue levantada por el clan Hynes en el siglo XVI, se dice que anteriormente en el lugar había otra construcción habitada por el rey de Connaught. Según la leyenda, este hombre era tan generoso que intentaba ayudar a todos los mendigos que se acercaban a él, incluso después de muerto. Cuando alguno de ellos iba a visitarlo a su tumba para suplicar ayuda, éste sacaba su esquelética mano y dejaba caer algunas monedas.
El lugar también estuvo ocupado por el escritor Oliver St. John Gogarty, quien desde allí escribió algunos de sus poemas. Durante aquellos años el castillo se llenó de literatura, pues solían frecuentarlo otros célebres autores como William Butler Yeats o, el Premio Nobel, George Bernard Shaw. Actualmente la fortaleza de Dunguaire está abierta al público en los meses de verano y, durante la noche, en ella se organizan banquetes medievales para que los visitantes puedan vivir su historia desde dentro.
Castillo de Osaka, Japón
Este castillo de cuento es uno de los edificios más conocidos de Japón, símbolo de la unificación del país. Se encuentra en la ciudad de Osaka, en el interior de un parque público que hace que quede envuelto por la naturaleza. Su construcción data del siglo XVI, cuando Toyotomi Hideyoshi estaba en el poder y ordenó construir una fortificación suficientemente grande y poderosa como para hacer temer a todos los enemigos. El resultado fue un castillo al estilo japonés de ocho pisos interiores y cinco exteriores.
Las diferentes guerras y batallas le hicieron sufrir desperfectos a lo largo de los años aunque, sin duda, la peor parte se la llevó con los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Prácticamente derruido, en 1990 se realizó la última restauración del castillo siguiendo fielmente su estructura original. El único elemento innovador fue un ascensor para las visitas.
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