Entre el hoy y el ayer en Tallin

viaje Tallin, Estonia

La que fue la iglesia más alta de la época medieval hasta principios del s. XVI se encuentre en Tallin, la capital de Estonia. Se trata del templo gótico de Oleviste  o San Olaf, que a pesar de haberse caído del ranquin de los edificios más altos, sigue encaramada en lo alto de un monte accesible por una empinada escalera, una ubicación privilegiada que permite obtener grandes panorámicas de la ciudad. Sólo así es posible darse cuenta y de un solo vistazo de que Tallin tiene dos facetas, la de la ciudad medieval con encanto y la de ciudad dinámica y moderna que va creciendo a marchas forzadas, adaptándose a la nueva situación creada tras la caída de la URSS.

Old Town in Tallinn, Estonia

El casco medieval, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se compone de edificios construidos entre los siglos XII al XVIII y ofrece hoy innumerables tiendas con encanto, cafés singulares y restaurantes que buscan en la originalidad el diferenciarse del resto de la oferta, en particular en Raekoja plats, la plaza que queda frente al ayuntamiento. El edificio que lo alberga, por cierto, cuenta con más de 600 años de historia, y junto al mismo han tenido lugar un largo historial de celebraciones y ejecuciones públicas. Otros puntos imprescindibles de la visita son la antigua muralla, el castillo de Toompea y la catedral luterana de Alexander Nevsky. Para los curiosos y los amantes de la historia reciente, sin salir del casco antiguo, en la calle Pikk Tänav encontraran el que fue cuartel general del KGB en Estonia. En cambio, los aficionados al pasado ruso imperial tendrán que salir a las afueras y dirigirse al parque y palacio Kadriorg, construido por el zar Pedro I el Grande.

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