TOP 6 de las mezquitas de Estambul más espectaculares e importantes
Estambul ha sido la capital de tres imperios diferentes, y eso es algo que se nota en los aires de grandeza que desprende. Su ubicación estratégica entre dos continentes ha alimentado su historia y su cultura, y puede presumir de contar con más de 3.000 mezquitas; dicen que a una por calle. Si tienes pensado viajar para verlas, te contamos cuáles son las mezquitas de Estambul que debes visitar.
Índice
Las mezquitas de Estambul más impresionantes
Si nunca has tenido la oportunidad de viajar a Turquía, quizás no seas consciente de ello, pero lo allí la religión musulmana es bastante tolerante. Una prueba de esta mentalidad es que es posible visitar las mezquitas de Estambul, o al menos la gran mayoría de ellas. Además, la entrada es completamente gratuita, aunque no está de más dejar algún donativo al salir.
La única condición es que debemos respetar sus normas. Ello implica dejar los zapatos en la entrada o llevarlos en una bolsa, y como era de esperar, las mujeres deben cubrirse el cabello y los hombros. Aunque allí mismo pueden dejarnos algo para cubrirnos, lo más práctico para visitar las mezquitas de Estambul es llevar un pañuelo encima. Por lo demás, debemos actuar como en cualquier otro lugar de culto; con respeto y discreción. A continuación, te dejamos las paradas obligatorias.
La Mezquita Azul o Sultan Ahmed Camii
Además de la más grande y visitada, es considerada una de las más bellas mezquitas de Estambul. Sus rasgos más destacados son la simetría en sus proporciones y la exclusividad de poseer seis minaretes. Su construcción se remonta al siglo XVII por el Sultán Ahmed.
Cuando accedemos a su interior, inmediatamente se comprende la razón de ser de su nombre, y es que la cúpula de 23 metros de diámetro, así como la parte superior de la mezquita, están decoradas con más de 20.000 azulejos en tonalidades azules. Además de esta peculiaridad, lámparas llenas de luces y vidrieras hacen brillar a esta obra de arte cuando entra la luz del sol.
Santa Sofía
Otra de las mezquitas de Estambul que goza de mayor prestigio es Santa Sofía, que en sus orígenes fue una iglesia. Construida entre los años 532 y el 537, es una clara representación del arte bizantino. Hace menos de un siglo, en 1935, se convirtió en un museo, de ahí que para entrar haya que pagar.
Aunque su popularidad sea menor, su cúpula, de 30 metros de diámetro, es mayor que la de la Mezquita Azul. En 1453, cuando se apoderó de ella el Imperio Otomano, se construyeron sus cuatro minaretes.
En el interior, medallones de gran tamaño, mosaicos de vidrio y majestuosas columnas de mármol desprenden una grandiosidad inigualable. Como curiosidad, cuenta la leyenda que, si giramos nuestro pulgar al completo en el sentido de las agujas del reloj al introducirlo en la Columna de los deseos, el nuestro se cumplirá.
Pequeña Santa Sofía
Recibe este nombre porque el exterior de ambas es muy similar, solo que esta, como se puede intuir, es de menor tamaño. Además, fue también una iglesia en sus orígenes, para convertirse en otra de las mezquitas de Estambul por orden de Justiniano.
Aunque no destaca por nada en especial, se encuentra muy cerca de Santa Sofía y de la Mezquita Azul, y dado que es la única en la que es posible subir a su galería superior, la visita es otra parada obligatoria en nuestra ruta.
Mezquita Nueva
Muy cerca del Bazar de las Especias, en el barrio de Eminönu, se encuentra una de las mezquitas de Estambul más fotografiadas por los turistas. Aunque su nombre nos lleve a pensar que es de reciente construcción, esta comenzó en 1957. Su finalización se alargó debido a las dificultades que aparecieron al encontrarse junto al mar.
A pesar de los problemas, hoy es una de las más bellas mezquitas de la ciudad. Altas bóvedas, vidrieras, azulejos y una decoración interior en mármol y oro completan esta magnífica obra de arte que no podemos dejar de visitar.
Mezquita de Fatih
Este centro cultural y religioso no puede faltar entre las mezquitas de Estambul imprescindibles de nuestro viaje, ya que fue la primera en construirse. Allí se encuentra la tumba de Mehmet II Fatih, un sultán otomano que conquistó Constantinopla. Su decoración está inspirada en el arquitecto otomano Mimar Sinan.
La Mezquita de Solimán el Magnífico
La última de nuestras mezquitas de Estambul goza de la mejor panorámica. Su construcción estuvo en manos del arquitecto mencionado, Sinan, que tras ver el resultado quiso ser enterrado allí. Se encuentra ubicada en las colinas del Cuerno del Oro, un puerto natural entre la ciudad antigua y la parte moderna de la capital.
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