India, país de contrastes y deleite de todos los sentidos
El país de los mil colores ofrece al viajero vivir una auténtica experiencia sensorial. Desde que uno aterriza es capaz de percibir su olor a especias, al ganado que se puede ver por sus calles o de su deliciosa gastronomía, que se puede degustar en muchos de los mercados. Su calor casi es palpable, aunque el tacto más agradable es el de la seda de sus saris, tan diferentes como sus ciudades, que cambian del rosa al azul, al marrón o al blanco regalándonos todo un abanico de tonalidades. La India se siente, por lo que te proponemos agudizar los sentidos para disfrutar de los contrastes que ofrece el país.
La India de contrastes, agudiza tus sentidos
El color de las ciudades de Rajastán
Los colores de la India son tan alegres como las personas que se mezclan entre ellos. Tanto en sus mercados, como en la vestimenta de las mujeres o en la arquitectura de algunas de sus ciudades te sorprenderá su mezcla de tonalidades. En la zona de Rajastán, al norte de la India, es donde se encuentran algunas de sus ciudades monocromáticas. Algunas de ellas son Jaipur, su capital, que es conocida como la ciudad rosa de la India debido al tono salmón de sus edificios más emblemáticos; Jodhpur, la segunda más grande de la región donde las casas que se ubican bajo el fuerte de Mehrangarh se comenzaron a pintar de azul para sofocar el calor y finalmente se extendió al resto de edificaciones; y Jaisalmer, apodada como la ciudad dorada por el color amarillento de su roca.
El olor de las calles
Es el primer sentido que se activa al aterrizar en India para percibir el olor de las especias, de las flores y de su perfume, entre otros quizá menos agradables. El último de ellos se remonta a las primeras civilizaciones que se asentaron en el valle del Indo, cuando se empezó a mezclar el aceite de sándalo con un destilado de flores y plantas del lugar. El olor a rosas, ámbar o a jazmín ya perfumaban las estancias de los antiguos maharajás y hoy lo hace en muchos de los mercados o establecimientos del país.
El de las especies es omnipresente durante todo el viaje. Bastará un paseo por cualquier calle para percibir el curry, el cardamomo, el cilandro o el aceite de cacahuete con el que se cocinan muchos de los platos tradicionales. Otro de los olores que se agradecen es el incienso, presente en los altares improvisados de los exteriores que hace que, en muchas ocasiones, logre cubrir algunos aromas menos agradables.
Sus delicias gastronómicas
Esos olores de sus mercados se degustan en la mesa, o en los puestos de comida que se ubican en las calles. La gastronomía india se caracteriza por ser rica en especias, en el abuso del picante y en la variedad de verduras. Entre los ingredientes más utilizados están el chile, el curry, el jengibre, el comino, la canela, el azafrán, etc. De hecho, el país cuenta con una mezcla muy conocida, el garam masala, que se emplea en muchos de sus platos. Para introducirse en la cocina de la India se puede comenzar con el thali, una bandeja metálica con pequeños cuencos con lo más representativo de su gastronomía. Entre los imprescindibles tampoco puede faltar el pollo Tandoori, sazonado con masala y de regusto picante; el arroz biryani; o dosa, un crêpe típico del sur del país.
El ritmo y los sonidos de Bollywood
La alegría de la India también se percibe a través del oído. El bullicio de las ciudades, los rezos de sus templos o el claxon de los coches son algunos de los más característicos. Su industria cinematográfica, con gran aceptación internacional, supo modernizar su música más tradicional convirtiéndola en uno de los principales reclamos turísticos. Los sonidos de Bollywood se pueden escuchar en muchos de sus bares, fiestas, autobuses o espacios públicos invitándonos a bailar al ritmo de los locales, quienes no dudan en improvisar auténticas pistas de baile.
El tacto de la seda
La India también se puede palpar. Uno de los tejidos más agradecidos es el de la seda, un producto que antiguamente llegaba al país gracias a la popular ruta de mercaderes que transportaban la mercancía desde China hasta Europa y África. Este tejido, del que están compuestos muchos de los saris de colores que visten las mujeres, se pueden encontrar en los mercados o en las tiendas textiles de las grandes ciudades. En Varanasi se localizan varias de las factorías donde ofrecen la posibilidad de comprar la ropa al peso o que te hagan el traje a medida. La lana también es otros de los materiales que más abunda en sus mercados.
Aunque, sin duda, no hay mejor tacto en la India que el humano. Un apretón de manos, un abrazo o una sonrisa de su gente, tan cálida como hospitalaria. Ellos son los que hacen realmente el país especial y lo que nos permite añadir un sexto sentido: la capacidad de sentir la auténtica India.
En Exoticca te llevamos a la India para que vivas en primera persona sus contrastes.
1 Comment to India, país de contrastes y deleite de todos los sentidos