Los secretos de Singapur, el tigre asiático que sorprende

Vibrante e insólita. Hablamos de Singapur, que es a la vez ciudad, isla y nación, y que con casi 5 millones de habitantes se ha convertido en un icono mundial. Forma parte de los llamados tigres asiáticos, la nueva generación de países industriales de aquella parte del mundo.

Recorrer el río Singapur en barco, comer en un hawker – los tradicionales recintos, modestos, donde se reúnen distintos puestos de comida callejera –, ver los rascacielos desde el Parque de Merlion, visitar Little India, caminar por el barrio chino o tomar una copa en Clarke Quay son algunas de las experiencias que podrás vivir en Singapur.

Si todo lo dicho anteriormente te puede animar a visitar Singapur, una vez que viajes allí te darás cuenta de que lo mejor de la ciudad es su ambiente, único e inigualable. Singapur es una ciudad donde encontrarás gente cualquier día y a cualquier hora: asistir a conciertos, eventos y hacer vida de calle es algo común a todos los habitantes de la ciudad, muchos de ellos expatriados que se han instalado en la ciudad por su calidad de vida y sus oportunidades económicas.

Pero todo paraíso tiene su coste, y Singapur no escapa a la maldición de los precios altos.  Los hoteles en general resultan bastante caros para lo que uno espera de una ciudad del sudeste asiático, aunque la razón no es otra que los elevados niveles de calidad, desarrollo y renta del país, algo menos usual en muchos de sus países vecinos. En todo caso, reservar a través de agencias como Exoticca ayuda, y mucho, a equilibrar el presupuesto.

Singapur, una sociedad superorganizada, presenta sin embargo llamativos contrastes para el viajero: antiguos templos al lado de rascacielos ultramodernos, viejos centros comerciales con sofisticadas coctelerías en su interior, diversidad étnica y más secretos de los que a menudo exhibe la  idealizada imagen que vende la publicidad turística.