Encanto medieval en Alghero y espectáculo natural en las Grotte di Nettuno

La ciudad de Alghero, situada en la provincia de Sassari, en la costa noroccidental de Cerdeña, tiene una turbulenta historia de batallas, asedios y conquistas durante buena parte de la Edad Media. Estuvo bajo el dominio de la Corona de Aragón hasta 1702, y en 1720 pasó, junto a toda la isla, a formar parte del Piamonte.

El centro histórico, en el que se conserva buena parte de la muralla, está lleno de calles empedradas, pequeñas iglesias y palacios de los antiguos nobles catalanes que durante siglos dominaron la ciudad. El casco antiguo de Alghero es de una gran belleza, y muestra muchos retazos urbanísticos y arquitectónicos comunes a las ciudades medievales de los territorios que fueron de la Corona de Aragón. Las murallas y torres, donde se han conservado, construyen la fisonomía antigua de la ciudad.

Algunos habitantes hablan un dialecto catalán antiguo, ya que los colonos procedentes de Barcelona repoblaron la ciudad después de expulsar a la población sarda autóctona en 1372. El catalán fue reemplazado por el castellano como lengua oficial durante el siglo XVII, y después por el italiano. En 1990 un 60% de la población local aún entendía el catalán-alguerés hablado, aunque poco a poco esa herencia lingüística se va desvaneciendo entre las nuevas generaciones y ya es difícil encontrar a alghereses de menos de 30 años que lo hablen.

El peso de la historia sigue vivo en el Alghero, y entre sus tradiciones vivas destaca el Canto de la Sibila, que se interpreta la noche de Navidad, como sucede en Mallorca. Entre los platos típicos de esta costa norte de Cerdeña se recomienda la aragosta alla catalana (una langosta inolvidable) y el pan típico que es curiosamente rectangular, todo regado por los vinos sardos, cuyo carácter original se debe a cepas de origen ibérico como la carignano (cariñena) o la muristellu (monastrell).

No muy lejos del Alguero se encuentran las Grotte di Nettuno, en Capo Caccia. Se puede llegar en coche a las inmediaciones, aunque para llegar a la propia gruta hay que hacerlo andando por una escalinata de más de 600 escalones o, mucho mejor, en barco desde el puerto de Alghero. El barco te lleva hasta la gruta, en cuyo interior hay espectaculares estalactitas y estalagmitas, y un lago de agua salada de unos 120 metros de longitud.